La granalla de acero es una partícula esférica especializada fabricada con materiales de primera calidad y sometida a un riguroso tratamiento térmico. Posee una combinación equilibrada de dureza moderada, robustez, resistencia excepcional al impacto, durabilidad duradera, capacidades de rebote superiores, velocidades de limpieza rápidas, consumo mínimo, cero roturas y un rendimiento técnico sobresaliente.
Este avanzado medio de granallado garantiza que las superficies metálicas alcancen un nivel de limpieza impecable que cumple con la norma GBT8923-1989, al tiempo que logra una rugosidad superficial que va desde Rz=10 a 150 μm. Esto no solo mejora el área superficial específica del metal, sino que también mejora significativamente la adhesión de la pintura después de la aplicación, lo que se traduce en importantes beneficios económicos. Representa la cumbre de la tecnología de granallado y eliminación de óxido abrasivo de metales en China.
La granalla de acero encuentra aplicaciones generalizadas en diversas industrias, incluidas la aeroespacial, automotriz, arenado y pintura, fabricación de bienes de consumo, fabricación y mantenimiento de contenedores, fundiciones, corte de granito, construcción y reparación naval, oleoductos y gasoductos, mantenimiento de plantas y procesamiento de metales.
1. Selección de granalla de acero: La eficacia de la granalla de acero está íntimamente ligada al rendimiento de limpieza, la rugosidad de la superficie y los costos operativos. La densidad, un factor crucial, afecta directamente la vida útil de la granalla de acero. La granalla de baja densidad indica porosidad interna, grietas o alto contenido de carbono, lo que la predispone a romperse durante el uso.
La granalla de acero de calidad garantizada sufre un desgaste gradual, por lo que es necesario reponerla periódicamente con granalla de tamaño nominal para mantener una gradación y una calidad de limpieza constantes. Durante la limpieza, la superficie de la granalla se desprende en capas, reduciéndose gradualmente su tamaño y, por lo tanto, la reposición continua es vital para preservar la cantidad de granalla y la distribución del tamaño de las partículas, lo que garantiza resultados de limpieza estables.
Los cambios en los métodos de reposición y en el tamaño de las partículas de granalla influyen significativamente en la eficiencia de limpieza. Las partículas de granalla más grandes salen primero de la boquilla de granallado, lo que mantiene estable el punto caliente y la eficiencia de limpieza, mientras que las variaciones en el tamaño de las partículas pueden alterar este equilibrio, lo que provoca una disminución del rendimiento. El equilibrio entre la fuerza de impacto y la tasa de cobertura determina la limpieza óptima; las partículas de granalla grandes ofrecen impactos fuertes pero una cobertura limitada, mientras que las partículas pequeñas garantizan una cobertura alta pero impactos más débiles.
La granalla de acero graduada, que comprende entre un 40% y un 50% de granalla de tamaño nominal mezclada con partículas progresivamente más pequeñas, optimiza tanto la fuerza de impacto como la cobertura, maximizando la eficiencia de limpieza y minimizando la rugosidad de la superficie.
2. Factores clave que afectan los resultados de la limpieza:
· Tamaño de partícula y velocidad de proyección: las partículas de granalla más grandes y las velocidades de proyección más altas aumentan la rugosidad de la superficie. La granalla graduada ofrece valores de rugosidad más bajos que la granalla de un solo tamaño.
· Aplicación de granalla graduada: reduce significativamente la rugosidad de la superficie y mejora la eficiencia de limpieza.
· Método de alimentación: La reposición oportuna y el mantenimiento de una gradación de disparo constante son esenciales para mantener la eficiencia de la limpieza y la calidad de la superficie.
· Tiempo de granallado: Impacta la rugosidad de la superficie, estabilizándose con el tiempo.
Los fabricantes de granalla de acero con buena reputación aprovechan tecnologías avanzadas y una amplia experiencia para adaptar las composiciones de granalla a los requisitos específicos de los equipos, garantizando resultados óptimos de granallado.